Es la rama de la Paleontología que se ocupa del estudio de los fósiles de pequeño tamaño, por regla general, cualquier fósil con un tamaño inferior a 1mm. Estos fósiles pueden ser restos de microorganismos unicelulares o pluricelulares o elementos de pequeño tamaño que proceden del esqueleto de macroorganismos, tanto enteros como fraccionados.
Incluye a los siguientes grupos:
Además de estos grupos suelen incluirse algunos macrofósiles, según su utilidad e importancia geológica.
Los objetivos que persigue la Micropaleontología son:
Los primeros microfósiles en ser referenciados son los Numulites. Estrabón (63 a.c. 25 d.c.) los describió por primera vez cuando los observó en trozos de roca desprendidos al cortar las piezas que componen las pirámides, decía que "estos pedazos de piedra contienen otras más pequeñas que tienen la forma y el tamaño de las lentejas"1. No existe ninguna referencia posterior hasta que el siglo XVII, con Hooke.
En el siglo XVIII, ya se conocen 20 especies, pero están mal interpretadas, asignándolas a Serpúlidos y Nautiloideos.
En la primera mitad del siglo XIX, se descubren todos los grupos mayores de microfósiles siendo imprecisas sus afinidades. D'Orbigny es quien describe los microfósiles de los pisos del Paleozoico y Mesozoico. A partir de su estudio, comprobó que existían episodios críticos, suponiendo que su renovación era total, su postura lleva a clasificarle como el primer catastrofista.
En la segunda mitad del siglo XIX, se realizan los primeros estudios en lámina delgada. En 1854 Ehremberg escribe un tratado de Microgeología que habla de la importancia de los microfósiles, por su utilidad en la datación temporal de los estratos y como constructores.
A principios del siglo XX, es cuando tiene lugar el mayor desarrollo en el conocimiento de la Micropaleontología, comenzando a ser impartida como asignatura. Poco después se crea el primer laboratorio de micropaleontología ya que es importante en la búsqueda de petróleo. En 1923 se crea el laboratorio para la investigación del Foraminíferos, dirigido por Cushmann.
A partir de la Segunda Guerra Mundial, los laboratorios de Micropaleontología también aparecen en Francia e Inglaterra, debido a un aumento en el consumo de hidrocarburos y con ello la importancia de la Micropaleontología.
La recolección de microfósiles pasa por los siguientes pasos:
Todas las rocas sedimentarias pueden tener un contenido variable en microfósiles pudiendo ser su conservación distinta en función del tipo de roca, según muestra el siguiente cuadro (Por norma, las rocas menos propicias son las que han sufrido procesos de metamorfismo o las evaporitas):
Esporas y granos de polen: pueden aparecer en cualquier tipo de roca, siendo abundantes en carbones y lignitos, calizas, margas y arcillas.
No aparecen en capas oxidadas o puede ocurrir que estén alterados. Las capas idóneas son las verdes, grises o marrones.
Dinoquistes y Acritarcos: se presentan en cualquier tipo de roca, menos en evaporitas, con mayor abundancia en facies de cuenca profunda, también en calizas, margas, arcillas y carbón.
Foraminíferos: Son raros o inexistentes en carbones o lignitos. En todo tipo de roca, sobre todo, en calizas y arcillas y en todo tipo de facies.
Conodontos: Los conodontos son elementos de un animal y se presentan menos en evaporitas, en carbones y lignitos.
Ostrácodos: Son muy abundantes en margas, calizas y arcillas; pudiendo corresponder a medios sedimentarios muy distintos.
Cocolitos Nanoplacton, sólo en medio marino profundo, en calizas, margas, arcillas y a veces en lodos silíceos.
Radiolarios: Son abundantes en lodos silíceos.
Quitinozoos: Margas y arcillas.
Calpionelas: Calizas en facies de cuenca. Más probable en rampas homoclinales. (Tintínidos: Jurásico - Cretácico).
Diatomeas: En rocas silíceas y lodos arcillosos.
La distribución de microfósiles se encuentra resumida en la siguiente tabla:
Las muestras se han completar con observaciones en la zona de muestreo. Es importante saber el tipo de conservación.
Los métodos de preparación más utilizados son:
La observación de la muestra depende de su tamaño, así se utilizará la lupa o el microscopio.
Estudio de la composición química, mineralógica y textura de los microfósiles.
Determinación que sea adecuada y permita la comprensión por otros. La descripción no sigue un patrón constante sino que suele estar determinada por las distintas escuelas.
Por norma, debe darse un listado de los elementos, una descripción y una figuración. Si se cuantifican los datos se obtendrá una clasificación "objetiva". Lo más importante es la clasificación estratofenética.
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