De Canales de Molina a la Sierra de Albarracín

Canales de Molina es una localidad de Guadalajara, que se encuentra en la Región Central de España, concretamente en el sureste de la provincia de Guadalajara, y forma parte de la Rama Castellana de la Cordillera Ibérica. En esta localidad, afloran materiales correspondientes al Triásico Medio (245 - 230 ma), concretamente el Muschelkalk (facies).

Desde mi etapa de estudiante no había parado en este punto, si bien he pasado numerosas veces. El interés de estos materiales radica en las inferencias que se pueden realizar a partir del contenido paleontológico que se encuentra en los materiales que afloran. En ellos se pueden observar laminaciones de algas, restos de bioturbación y restos de vertebrados, elementos que permiten deducir que el medio al que pertenecen, corresponde a un medio de transición.

Tras esa breve pausa, y haber dejado atrás localidades como Alcolea del Pinar, donde podemos distinguir una de las interrupciones sedimentarias del Triásico (250 - 205 ma.) en la Ibérica, o Maranchón donde existen afloramientos del Jurásico Inferior y Medio (205 - 154 ma), cuyo contenido paleontológico, concretamente ammonites, ha servido para correlacionar los materiales de esta zona con los de Albarracín (acceder al texto), proseguiremos camino a la Sierra de Albarracín.

Albarracín se encuentra en la parte central de la Rama Castellana de la Cordillera Ibérica. Los episodios de interés que se encuentran representados en esta zona corresponden al Ordovícico, Silúrico, Pérmiso Superior-Triásico y Jurásico. El Paleozoico se encuentra plegado según direcciones N-S a NW-SE, cuyos pliegues están limitados por fallas con direcciones son NW-SE y WNW-ESE. Sobre el Ordovícico y Silúrico se dispone el Pérmico Superior.

El Tríasico basal, está representado por las típicas Facies Buntsandstein (253 - 235 ma) que corresponden a depósitos detríticos, terrígenos (areniscas rojas). Desde el punto de vista estructural, la cuenca está compuesta por horsts y grabens que van a determinar la sedimentación. Sobre el Buntsandstein se disponen sedimentos de carácter carbonatado que corresponden al Muschelkalk. El Muschelkalk corresponde a un episodio de sedimentación marina, donde se han diferenciado 5 unidades litoestratigráficas:

- Dolomías y Margas de Albarracín (Anisiense Superior 240 ma aprox.).
- Limos y Areniscas Abigarrados de Torete (Anisiense - Ladiniense 245 - 230 ma).
- Lutitas y Yesos de Tramacastilla (Anisiense - Ladiniense 245 - 230 ma).
- Dolomías de Tramacastilla (Ladiniense-Karniense 235 - 220 ma).
- Dolomías, Margas y Calizas de Royuela (Ladiniense-Karniense 235 - 220 ma).

Nota.- La datación de estos tramos se ha realizado a partir del estudio de restos palinológicos contenidos en los sedimentos.

Las unidades y dentro de las unidades existen indicadores que han permitido deducir la existencia de periodos transgresivos (subida del nivel del mar) y otros más regresivos (bajada del nivel del mar, en este caso viene indicado por un contenido mayor de terrígenos en los sedimentos).

El Buntsandstein se encuentra bien representado hacia el sur de Albarracín, en el Pinar de Rodeno, donde además podemos apreciar pinturas rupestres que corresponden al Arte Levantino, situado en el Neolítico o la Edad del Bronce. Respecto al Keuper, también es visible en las proximidades de Albarracín (área del Arrabal), concretamente se encuentra en contacto con Lías (Jurásico Inferior 205 ma) limitado por una falla fácilmente visible.

El Lías, está presente en todo el casco antiguo de Albarracín, según vamos ascendiendo hacia la muralla árabe, podemos ver secciones del terreno donde se observan calizas que, en fractura, son de color negro con abundante contenido fósil -la recolección de fósiles está terminantemente prohibida en todo Aragón salvo autorización específica- entre los grupos fósiles que podemos observar sin ayuda del microscopio, aparecen: braquiópodos, bivalvos, belemnites (el rostro, se trata de la concha interna de este organismo, más información aquí, como ejemplo tenemos el que aparece en la fotografía) y ammonites.

Desde el puntos de visto geomorfológico presenta un paisaje determinado por las fracturas y pliegues a favor de la cuales, en muchos casos se encajan las corrientes fluviales. Una de las más espectaculares, corresponde al Río Guadalaviar o Turia a su paso por Albarracín, donde podemos observar el Río totalmente encajado siguiendo una falla que tiene dirección NW-SE, dando lugar a un paisaje compuesto por cornisas de 100 ó 200 mts o más y fuertes pendientes. Si continuamos hacia Tramacastilla y Villar del Cobo, nos encontremos con un paisaje espectacular donde dominan estas morfologías, cuyo agente modelador ha sido el agua, controlado por la tectónica.

En las proximidades de Orihuela del Tremedal podemos apreciar acumulaciones que son consecuencia de fenómenos de periglaciarismo como es el caso de lo que localmente denominan "Rio de Piedra" que consiste en una acumulación de bloques angulosos de cerca de 50 cms. cuya formación se debe a la acción del hielo.

Si nos desplazamos hasta un pueblecito llamado Griegos, podremos observar una las formas geológicas más espectaculares, se trata de dos dolinas (depresiones del terreno debido al hundimiento de materiales calcáreos por disolución) cuyo diámetro está en torno a los 300 mts y más o menos la misma profundidad. Las laderas de ambas dolinas no presentan una ruptura de pendiente importante, de forma que se puede llegar hasta su fondo, el cual presenta forma cónica y se encuentra tapizado por pinos. En este mismo punto, si nos adentramos por uno de los barrancos, se pueden observar calizas del Jurásico marino de la Ibérica, con abundante contenido fósil, en algunos casos macrofósiles de bivalvos, concretamente pectínidos (coloquialmente conocida como la Concha de Santiago) y ammonoideos.

Hasta aquí solo se ha expuesto un pequeño resumen de lo que se puede disfrutar en esta zona, especialmente desde el punto de vista geológico. Albarracín conserva la arquitectura de una ciudad medieval, fortificada por una muralla árabe y franqueda por el Río Guadalaviar, paseando por sus calles, podemos ver en las propias piedras (areniscas del Buntsandstein en el pavimento y calizas de Jurásico en pavimiento y muros) estructuras sedimentarias y restos fósiles, lo cual es un añadido a la propia belleza de la ciudad, su historia y el entorno.

Bibliografía:

Arlucea Pérez, M. (1987). Sedimentología de las Unidades Carbonáticas del Triásico en el Sector de Molina de Aragón-Albarracín. Cuadernos de Geología Ibérica, Vol. 11. Págs. 623-646. Madrid

IGME (1971). Mapa Geológico de España 1:200000 hoja 39 (Sigüenza).

Lago, M. & Gil-Imaz, A. & Pocovi, A., et al. (1996). Rasgos de Magmatismo Autuniense en la Sierra de Albarracín (Cadena Ibérica Occidental). Cuadernos de Geología Ibérica, Vol. 20. Págs. 139-157. Madrid.