© Mario Izquierdo
La gota fría es un fenómeno meteorológico caracterizado por lluvias torrenciales y persistentes que se produce especialmente en otoño. Este fenómeno se relaciona con la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), y suele provocar inundaciones y daños materiales en esta región del litoral mediterráneo español.
Presencia de una DANA:
La DANA es una masa de aire frío que queda aislada en niveles altos de la atmósfera, es decir, a unos 5 o 6 km de altura. Este aire frío en altura desciende desde el norte de Europa, y cuando llega al área del Mediterráneo, se encuentra con aire cálido y húmedo proveniente del mar, en contraste térmico con el aire frío en las capas superiores.
- Temperatura cálida del mar Mediterráneo:
En el final del verano y principios del otoño, el mar Mediterráneo todavía mantiene una temperatura cálida que puede superar los 25ºC. Esta calidez hace que el aire a nivel del mar sea cálido y esté muy cargado de humedad, lo que crea una gran inestabilidad atmosférica.
Este aire húmedo asciende rápidamente al chocar con el aire frío en altura, lo que potencia la formación de nubes convectivas.
- Formación de nubes de desarrollo vertical (Cumulonimbus):
La interacción entre el aire cálido y húmedo en superficie y el aire frío en altura provoca el desarrollo de nubes de tipo cumulonimbus, que pueden alcanzar varios kilómetros de altura. Estas nubes son capaces de generar lluvias muy intensas en poco tiempo, así como tormentas eléctricas y, en algunos casos, granizo.
- Estancamiento de la DANA:
A veces, la DANA se mueve lentamente o incluso queda bloqueada sobre el área de Valencia debido a patrones atmosféricos, como el anticiclón de las Azores, que impiden que el sistema avance. Esto puede causar que las lluvias intensas duren varios días en la misma área.
- Efecto orográfico:
La orografía de la zona valenciana, con montañas cercanas al litoral, ayuda a incrementar las precipitaciones debido a que el aire húmedo se ve obligado a ascender bruscamente al chocar con las montañas, potenciando el efecto de las lluvias.
La gota fría en Valencia tiene una historia marcada por eventos catastróficos, con episodios intensos de lluvias torrenciales que han causado daños importantes en la región a lo largo de los siglos. Este fenómeno, debido a la combinación de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) con el aire cálido y húmedo del Mediterráneo, afecta con frecuencia a las costas levantinas, especialmente durante el otoño.
A continuación se muestra la evolución histórica de algunos de los eventos de gota fría más importantes en la región de Valencia:
Siglos XVI al XVIII: Primeros registros históricos:
1579: Uno de los primeros registros documentados en Valencia habla de lluvias torrenciales que inundaron campos y causaron pérdidas significativas en cosechas, afectando la economía agrícola de la época.
1776: En el siglo XVIII se documentaron otros episodios de lluvias intensas que también se tradujeron en grandes inundaciones, aunque los registros meteorológicos eran menos precisos en esta época.
José Antonio Cavanilles, 1795, sobre el barranco de Torrent o de la venta del Poyo, en "Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, poblaciones y frutos del Reyno de Valencia", hace una descripción precisa de uno de estos eventos catastróficos que tuvo lugar en esa época: “Siguiendo hacia el sur desde Alaquàs como a un cuarto de legua se atraviesa el barranco, que empieza en las montañas de Bunyol con dirección a Xiva, entra en esta villa, y continúa por el término de Xest, donde recibe otro considerable: engrosado con este aumento y con las vertientes de aquellos montes, cruza el llano de Quart junto a la venta de Poio, pasa después por las cercanías de Torrent, que deja a su derecha, como igualmente Catarroja, y desagua en la Albufera de València. Su profundo y ancho cauce siempre está seco, salvo en las avenidas cuando recibe tantas aguas y corre tan furiosamente, que destruye cuanto encuentra. En 1775 causó muchísimas desgracias en Chiva, sorprendiendo a media noche sus vecinos; asoló un número considerable de edificios, esparciendo por más de dos leguas los tristes despojos y los cadáveres de los pobres que no pudieron evitar la muerte.”
Siglo XIX: Inundaciones severas y los inicios de la observación meteorológica:
1879: Este año fue especialmente destructivo para la región de Valencia y Murcia, donde intensas lluvias afectaron una gran extensión del territorio, dejando cientos de víctimas. Aunque en esta época no existía un sistema de observación meteorológica detallado, las crónicas históricas describen lluvias torrenciales sin precedentes.
Siglo XX: Años de eventos históricos:
1957 - La gran riada de Valencia: Uno de los eventos más devastadores en la historia de la ciudad. Las intensas lluvias provocaron el desbordamiento del río Turia, lo que causó una inundación masiva en la ciudad de Valencia. Este desastre motivó el desvío del río Turia, un proyecto urbano conocido como el "Plan Sur", que redirigió el cauce del río para prevenir futuras inundaciones en el centro de la ciudad.
1982: Un nuevo episodio de lluvias torrenciales afectó al Levante español, incluyendo la región de Valencia. Este evento fue significativo en términos de cantidad de precipitación y de daños materiales. En algunos puntos, las lluvias alcanzaron niveles récord y causaron daños generalizados en viviendas e infraestructuras.
1987: Otro año en el que se produjeron lluvias torrenciales, con desbordamiento de ríos y grandes inundaciones en la Comunidad Valenciana. Este episodio fortaleció la conciencia sobre la vulnerabilidad de la región ante la gota fría.
Siglo XXI: Incremento en frecuencia e intensidad de los eventos:
2007: En septiembre, Valencia experimentó un evento de gota fría que resultó en fuertes inundaciones en la ciudad y sus alrededores, con cortes de carreteras y daños en infraestructuras.
2012: Las fuertes lluvias de octubre volvieron a causar inundaciones en varias localidades de la Comunidad Valenciana, provocando daños en cosechas y pérdidas económicas en sectores agrícolas y turísticos.
2016: Este año, una gota fría particularmente severa causó lluvias torrenciales durante varios días consecutivos, afectando gravemente a la zona de Levante y dejando daños materiales significativos.
2019: Este año se registró una de las gotas frías más intensas de las últimas décadas. Entre septiembre y octubre, se produjeron lluvias torrenciales en Valencia, Alicante y Murcia. Las precipitaciones alcanzaron niveles históricos, y la región sufrió importantes inundaciones, daños en carreteras, desbordamiento de ríos y la evacuación de residentes en áreas vulnerables. Este evento fue catalogado como uno de los más destructivos, con pérdidas millonarias.
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